En la piel de un refugiado...
“Todas las personas tienen derecho a buscar y a disfrutar de asilo en otros países en caso de persecución”.
Artículo 14 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Hay refugiados en prácticamente todos los países del mundo y
aparecen casi a diario en los medios de comunicación. Los refugiados
son gente normal que ven cómo sus derechos humanos son violados o
amenazados, y por ello son forzados a abandonar sus hogares. Nadie
elige ser refugiado.
Ser refugiado es mucho más que ser “extranjero”. Vivir en el
exilio a menudo implica que los refugiados dependan en un principio de
la buena voluntad de otras personas para satisfacer sus necesidades más
básicas, como la alimentación, un lugar donde vivir o la ropa. Los
refugiados también dependen de otros para sentirse bien acogidos y así
contribuir de distintas maneras dentro de sus nuevas comunidades.
Los refugiados son un doloroso recuerdo del fracaso de algunos
estados. La sensibilización sobre los refugiados y su vida en el exilio
muestra la importancia de la resolución pacífica de los conflictos, la
estabilidad económica y el respeto a los derechos humanos.
Los gobiernos normalmente garantizan los derechos humanos básicos
de sus ciudadanos, pero cuando las personas se convierten en
refugiados, esta seguridad desaparece. ACNUR es la agencia responsable
de la seguridad y el bienestar de los refugiados y otras personas a
nivel mundial. La mayor responsabilidad de ACNUR es velar por el
respeto a los derechos humanos de los refugiados, asegurando que ninguno
es devuelto contra su voluntad a un país en el que se teme que va a
sufrir persecución. ACNUR da asistencia vital a aquellas personas que
han sido forzadas a dejar sus casas, proporcionando vivienda, cuidados
médicos, comida, agua potable y educación.
¿Y TÚ QUÉ OPINAS?... Escribe tus comentarios a cerca de dónde vienen, qué situaciones deben afrontar y cómo se adaptan a sus nuevas vidas.